Tres historias, dos países, un océano


Introducción

Las relaciones entre México y Japón no son noticia reciente: hace más de cuatro siglos sabemos el uno del otro. A principios del siglo XVII, una delegación diplomática y comercial del señor feudal de Sendai, Date Masamune, zarpó de Tsukinoura a cargo del samurái Hasekura Tsunenaga, la misión después de tres meses de navegación por el océano Pacífico alcanzó el puerto de Acapulco el 25 de enero de 1614. Este acontecimiento marca un hito histórico en las relaciones de Japón con Occidente. México cumplió un papel destacado como puente no sólo entre Asia y Europa, sino también entre tres mundos. Por tal motivo el presidente de México Enrique Peña Nieto y el primer ministro de Japón Shinzo Abe, designaron el período 2013 - 2014 como el Año del Intercambio México-Japón, durante el encuentro bilateral que sostuvieron en Tokio el 8 de abril de 2013.

Para conmemorar el Año del Intercambio México-Japón se están realizando diversos eventos en ambos países convocando a destacados exponentes de la cultura. En este marco de intercambio, el doctor Ismael Arturo Montero García de la organización Ipan tepeme ihuan oztome (ITIO) ha sido invitado a dictar una conferencia en Tokio el próximo 3 de octubre, para presentar su propuesta de orientación astronómica de la pirámide de El Castillo en Chichén Itzá. Este modelo mereció que la revista National Geographic en su número del mes de agosto de 2013 publicara su innovador argumento; la revista impresa en distintos idiomas llegó al público japonés animando así su interés por la cultura maya y el turismo en México.

Entre los propósitos del doctor Arturo Montero y colaboradoras durante su estancia en Japón está el documentar significativos recintos y sucesos que acreditan los lazos que se han tendido entre México y Japón en los últimos 400 años. La propuesta es narrar tres historias que son ejemplo de proximidad entre ambas naciones, de ahí el nombre para este propósito:

Tres historias, dos países, un océano.

Primera historia:

Misión Hasekura, siglo XVII

La globalización se ha pensado como un fenómeno moderno, pero no es así. La misión Hasekura demostró propósitos netamente globales. Los japoneses cumplieron una empresa extraordinaria en su tiempo al surcar dos océanos y atravesar un continente salvando un trayecto superior a 22 mil kilómetros con el objetivo de entablar relaciones diplomáticas y comerciales con Occidente.

La magnitud de esta iniciativa se entiende por el largo tiempo que requerían para superar la distancia, las enfermedades a bordo y los riesgos que enfrentaron valiéndose de galeones que eran vulnerables al desgaste y el temporal, eran tiempos en que los naufragios eran frecuentes. Así que el cruzar al otro lado del mundo en el siglo XVII demuestra la voluntad de Japón por trascender más allá de su territorio.

Para documentar este periplo visitaremos en Japón la moderna réplica del galón San Juan Bautista en Ishinomaki, provincia de Miyagi; en México el recorrido comprenderá la ruta seguida por Hasekura iniciando en el fuerte de San Diego en el puerto de Acapulco, para continuar por Taxco, Cuernavaca, la iglesia de San Francisco en la ciudad de México, Puebla y finalmente el fuerte de San Juan de Ulúa en Veracruz de donde zarpó a Europa. Se complementa este apartado con una adecuada investigación de gabinete e iconográfica en distintos acervos bibliográficos.

Resulta elocuente que este encuentro de los Pueblos del Sol fuera asentado en lengua náhuatl, el ancestral idioma mexicano por el insigne Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin, como encontramos en el siguiente ejemplo: yn ipan altépetl itocayocan Xabon, que se traduce al español como "en la provincia llamada Japón".

Tres historias, dos países

Segunda historia:

Comisión Astronómica Mexicana, siglo XIX

Toca la segunda historia relatar un viaje de México a Japón, es 1874. Un grupo de cinco mexicanos ha decidido dar un paso a favor de la ciencia, para ello es necesario viajar a Oriente para registrar el tránsito de Venus. Sus observaciones se hacían necesarias para develar uno de los misterios astronómicos del momento: determinar la distancia entre el Sol y la Tierra, y así calcular las dimensiones del Sistema Solar.

En 1716, Halley propuso un método relativamente simple para responder a esta incógnita a partir del paralaje solar. Proponía llevar a cabo mediciones muy exactas por al menos dos observatorios localizados en diferentes lugares en la Tierra registrando el tiempo en que Venus tardaría en cruzar frente al disco solar. Sin embargo había un problema, el transito de Venus no es un fenómeno frecuente, difícilmente toca a una generación verlo, pues se produce cíclicamente en intervalos según el siguiente patrón:

8 años, 121.5 años, 8 años, 105.5 años.

Japón, en ese momento, a pesar del ostracismo en el que se encontraba, recibió generosamente a la Comisión Astronómica Mexicana, permitiendo montar dos observatorios en Yokohama, además otorgó su consentimiento para izar la bandera de la República Mexicana en los puestos de medición. Así, Francisco Díaz Covarrubias, presidió el primer viaje oficial al extranjero de un grupo de científicos mexicanos, su hazaña permitió entre otras cosas, establecer contactos con académicos de otros países, que posteriormente beneficiaron el desarrollo de la ciencia en México.

Resulta interesante, que estudios recientes planteen que el transito de Venus fue registrado desde hace siglos en México por los mayas como se aprecia en la pintura mural de la Sala de los Frescos de la ciudad de Mayapan, al norte de Mérida en Yucatán, para el período Posclásico (1200-1450 d.C.). Investigaciones que nuestra organización (ITIO) compartió a través de los medios de comunicación culturales como el Canal 22 de televisión, junto con otros especialistas en arqueoastronomía con motivo del último tránsito de Venus que fue visible en México el pasado 5 de junio del año 2012.

Para documentar esta proeza científica iniciaremos con un registro iconográfico de la cultura maya en Mayapan, para posteriormente rendir un homenaje a los lazos culturales que unen a México y Japón visitando el monumento próximo al Centro de la Juventud de Kanagawa en Yokohama, que conmemora en el espacio original donde se instaló el telescopio de la misión mexicana durante la observación del transito de Venus el 9 de diciembre de 1874.

Tres historias, dos países

Tercera historia:

Los Volcanes y el Sol, siglo XXI

La última historia de la trilogía no apunta a una narrativa de viaje como las anteriores, ahora nos ocupa una coincidencia extraordinaria en donde ambos pueblos manifiestan su veneración a la naturaleza. Su devoción se acentúa en dos altos volcanes que con sus siluetas icónicas forjan la identidad de cada nación son: el Popocatépetl y el Fujisan. Ambos volcanes geológicamente se encuentran unidos por el Cinturón de Fuego, lo cual resulta por demás significativo; además, coinciden en que se levantan próximos a las capitales de cada país, están activos y han sido objeto de veneración ancestral.

La devoción que cada pueblo otorga a su volcán se diluye más allá de sus laderas y contornos. Los templos, peregrinaciones, ofrendas y adoratorios demuestran que son el axis mundi espiritual de cada nación. En esta historia, además de documentar los ritos y recintos de culto, encargaremos especial atención a un aspecto asombroso poco atendido, pues ambos colosos adquieren por un momento un resplandor maravilloso cuando el Sol durante el ocaso o el amanecer se posa en la cima. En Japón a este momento se le denomina Fuji Diamante, ocurre durante el ocaso del solsticio de invierno visto desde el monte Takao; durante el equinoccio el Sol levanta sobre su cima visto desde el templo Keishin-in. Para el Popocatépetl, desde el sitio arqueológico de Xochicalco, los días 17 de mayo y 26 de julio, días del transito del Sol por el cenit, el Sol surge sobre la cima del Popocatépetl ajustando así el calendario prehispánico en una erudición que es el tema de nuestra presentación en Tokio sobre este suceso astronómico en Chichén Itzá.

He considerado oportuno que si el tiempo de estancia en Japón lo permite, registremos en fotografía y video el eclipse de Luna total del próximo 8 de octubre sobre la cima del volcán Fujisan en su momento de umbra. El eclipse iniciará a las 18:21 horas, la umbra comienza a las 19:40 horas y culmina a las 21:30 horas. Consideramos pertinente instalarnos para este objetivo, si contamos con el permiso de las autoridades de la prefectura de Yamanashi, distrito de Minamitsuru, sobre la carretera de peaje en un mirador ubicado en λ 35° 22' 23.62" φ 138° 41' 33.46" a 2050 m/nm. En México también será visible el eclipse total de Luna el mismo día, por lo que podemos ensayar un ejercicio similar teniendo umbra a las 06:13 horas, podemos montar un observatorio en la ladera este del volcán Popocatépetl en la cota de 2880 m/nm en la posición λ 19° 01' 22.96" φ -98° 33' 05.22".

Tres historias, dos países

Productos

Tres historias, dos países, un océano es un viaje ilustrado a Oriente. El segmento al que estamos dirigidos es B y C+ , en atención al público interesado por temas referentes a la cultura, históricos, ambientales, científicos y de aventura. Nuestra propuesta no es común en México, así que por su innovación la aceptación e interés del público será notoria.

Antes de partir a Japón

  • Boletines de prensa mensuales sobre los avances del proyecto.
  • Lanzamiento del proyecto en redes sociales.
  • Una conferencia de prensa dentro del ámbito académico presentando el proyecto.
  • Entrevistas temáticas en radio, televisión y medios impresos a través de programas de divulgación de la ciencia.

Durante la estancia en Japón

  • Boletines de prensa semanales sobre las vivencias del proyecto
  • Seguimiento del proyecto a través de redes sociales e Internet.
  • Reportajes breves en video para Youtube sobre los avances alcanzados.

Después de la visita a Japón

  • Se presentará en la televisión cultural de México reportajes y capsulas sobre los resultados y experiencias obtenidas.
  • Realización de un documental de 28 minutos en formato Full HD, que puede fragmentarse en 10 segmentos de 3 minutos para distribuirse a través de redes sociales.
  • Reportajes para medios impresos sobre los objetivos alcanzados.
  • Montar una exposición fotográfica itinerante en espacios de concentración masiva.
  • La edición y publicación de un libro en formato Coffee table book con salida digital e impresa de al menos 150 páginas con infografías y fotografías a color que resuma las experiencias del proyecto.
  • Una página web que sirva para la difusión masiva de los resultados de las investigaciones realizadas.
  • Ciclo de conferencias sobre las vivencias y resultados del proyecto.
  • Conferencia de prensa con su respectivo boletín para presentar resultados antes los medios de comunicación.
Tres historias, dos países